viernes, 9 de mayo de 2014

Cinco personas mueren en la carretera

El terrible accidente entre Castuera y Puerto Hurraco   pone de manifiesto nuestra fragilidad. No sólo la de nuestras vidas, sino la de nuestros comportamientos. Desde luego hay que esperar a que los responsables de analizar el accidente dictaminen qué es lo que ha pasado, pero en principio parece evidente que ha habido alguna negligencia por parte de alguien. En varias ocasiones me he encontrado en la carretera con maquinaría que debería transportarse de un lugar de trabajo a otro en un camión. Sin embargo, paseaban por la carretera sin ningún tipo de señalización a una velocidad ridícula que provocaba atascos y peligros innecesarios. Supongo que las autoridades harán lo que esté en sus manos. Multas y sanciones. Pero lo que nos falta la mayoría de las veces es: sentido común. De poco vale toda la formación que hoy es necesaria para conducir cualquier tipo de vehículo si luego no se pone en práctica. Hoy no queda más que lamentarse y que el responsable o responsables paguen por lo que han hecho, o provocado. Descansen en paz en paz los fallecidos. Y desde aquí dar nuestro más sentido pésame a sus familiares. Para los heridos, esperamos una pronta recuperación y que puedan superar lo antes posible lo que por desgracia ha ocurrido.

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