Esta entrada está dirigida tanto a aquellos jugadores que vengan a jugar torneos como a los que se acerquen por puro placer.
El campo de golf quinto coto lo puede jugar cualquiera. Todos los obstáculos son salvables. Hay agua. Hay búnkers. Y hay sobre todo mucho fuera de límites del que hay que cuidarse muy bien. Mi primer consejo de hecho es: quédate corto.
Y eso que quedarse corto va en contra del principio golfístico por antonomasia: si no llega no entra. Pero es que perder bolas y que nos penalice no le gusta a nadie ¿a que no? Pues eso. Coge menos palo. Haz menos swing. Pero no te pases.
El hoyo 1 se puede hacer de mil formas. Con un 60 grados. Con un 56 y menos swing. Con un chipeo con un palo más potente. Pateando. ..yo lo hago con el 56 a medio gas. Pero he probado de todo.
El hoyo 2 también con el 56 pero con más swing. Hay quien lo hace con pichi. Pero ya sabes, no te pases, que te sales del campo.
En el hoyo 3 me he llevado muchos chascos. Pero ahora parece que le he pillado el punto. Un pichi a medio swing y caes en green o cerca.
Hoyo 4...éste tiene miga. Mucho ojo con él. No es que haya que tenerle miedo, pero sí respeto. Si te vas a la izquierda de green. ..lo tienes crudo. Las retamas, el pasto, las piedras y el fuera de límites te pueden hacer salir de allí con un 4, un 5, o vete tú a saber. Si lo tienes claro, vale, intenta green. Pero si no es así, juega a la derecha de green y podrás salir con un cuatro, o quizá con menos.
Hoyo 5...otro día
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