No estaba jugando mal. Salidas aceptables, buenas sacadas de búnker, bien en el pateo...no es que los números fueran excelentes, pero sí buenos para mí.
Pero de pronto llegué al hoyo 8 desde amarillas. Con un airazo de mucho cuidado y en vez de coger el nueve e intentar quedarme cerca. La pegué con el pichi y muy fuerte. Me fui a por la bola, vamos. Y como era de esperar eché la bola fuera de límites por la derecha.
Vuelvo a salir, y, en vez de cambiar de palo y hacer un swing más normal, hago otra vez lo mismo con el pichi. Y echo la bola al mismo sitio que antes, claro.
Es verdad que ayer hacía mucho aire. Pero, en lugar de jugar con conocimiento, intenté golpes que no tenían ningún sentido. Y así me fue.
En el último hoyo salí con híbrido y el aire me echó la bola un poco a la izquierda. Cuando la encontramos estaba mal, encima de un escombro de hormigón, y la cambiamos de sitio. El green estaba cerca, 70-80 metros, pegué con el pichi y estaba vez si fue al sitio. Un pateo y para adentro.
Tengo muchas ganas de empezar a jugar la nueva liga. A ver cómo se me da el primer partido. Aunque este año ganar dos puntos va a ser mucho más complicado. Sin hándicap...
No hay comentarios:
Publicar un comentario